Lo prometido es deuda y comienza el maxi-evento del 2011... no revelaré mucho sobre el villano a vencer (por motivos de la trama) pero confío en que algunos sepan trabajar con los vagos datos (y la genérica historia) de la trama.
No resultará muy difícil para tan buenos escritores el desarrollar la historia a partir de este punto.
Unos datos breves...
-Es el pokémon del anime, pero igual, si alguien quiere manejar el manga a partir de este punto,a delante.
-Incluiré Digimon Adventure 01/02 y Tamers. Cronológicamente Adventure 02 se situaría unos días luego de la caída de MaloMyotismon, y Tamers en la batalla contra el D-Reaper... trabajen con eso. Respecto a porqué hay digimon que han sido destruidos en la historia, no se preocupen, ya lo explicaré en otro prólogo.
En fin, disfruten...
The Road to the Reckoning - Prólogo 1.
Monstruos.
Es todo lo que había deseado.
Un mundo sin emociones, sin peleas o conflictos…
Un universo limpio de todo aquello que consideraba despreciable, todo lo que quería eliminar. Aunque su plan de invocar a las bestias del tiempo y el espacio, Palkia y Dialga, hubiese sido arruinado; ahora él estaba en este mundo perfecto.
Oscuridad y vacío por todos lados.
Él, Cyrus, era el único ahí… flotando en un punto de ese universo perfecto. Jamás volvería a encarar entrenadores de Pokémon, ni a toparse con estorbos como sus subordinados del Team Galactic. Nunca más volvería a sentirse apartado en un mundo lleno de emociones y sentimientos innecesarios.
Pero por otra parte… estaba destinado a permanecer solo por toda la eternidad. En este nuevo universo no sufría de hambre, sueño o cansancio aún a pesar de llevar quién sabe cuanto tiempo despierto. No tenía necesidades, y no moriría por desgaste o falta de sustento.
Cyrus cerró los ojos por un momento, y decidió hacer lo único que le quedaba hacer.
Intentar pasar el tiempo.
Si es que había concepto de tiempo en este universo nuevo y perfecto producto de su plan en el Spear Pillar.
-Vaya, qué porquería de universo. ¿Seguro que es el correcto? –una voz burlona hizo que Cyrus abriera los ojos, asombrado de encontrar alguien ahí en la inmensidad de su universo vacío.
Se sorprendió de encontrar frente a él a un par de seres extraños como nunca había visto antes. El primero asemejaba a un payaso, o más precisamente, al guasón de una baraja de naipes; y medía algo más de dos metros y medio.
En su espalda llevaba dos sables cruzados.
El otro era un hombre de cabello negro y ropas casuales; de apariencia común y corriente.
-No, es el correcto. Oh, disculpa nuestra intromisión, Cyrus. –le dijo el sujeto común, mientras sonreía.
-¿Cómo sabes mi nombre? –preguntó Cyrus, visiblemente asombrado.
-Sabemos cosas de ti, Cyrus. Supimos de tu desafortunado encuentro en el Spear Pillar.
-¿Cómo…?
-Míralo, Loki. No sabe absolutamente nada de nada. ¿Porqué molestarnos con este tipo? –añadió el payaso con un tono burlón, ganándose una mirada hastiada de parte de Loki.
-Porque es crucial para nuestros planes. No sé porqué no me tocaron Masters, Wesker o Black Hand como compañeros en esta misión… y sí, no intentes nada, payaso digital, o usaré mi magia en ti. Disculpa a mi compañero, Cyrus. Permíteme presentarnos. Éste payaso deforme es Piedmon, y yo soy Loki.
-No me interesa quienes sean. Se supone que este universo es mío. Puro. Sin interferencia o gente indeseada. Lárguense.
-Oh, escúchalo… quiere sonar amenazador. –Piedmon hizo un gesto burlón que ocasionó que Cyrus perdiera los estribos.
-¡Largo de aquí! ¡Gyarados, Aqua Cola! –Cyrus tomó una pequeña esfera roja y blanca de su cinturón y la lanzó al vacío entre los intrusos y él. Hubo un destello de luz blanca y acto seguido, una enorme serpiente azul similar a un dragón marino, apareció rugiendo ferozmente ante las miradas aburridas de Piedmon y Loki.
-Uy, qué espeluznante. –susurró Piedmon, sin sentirse intimidado ante la gigantesca serpiente frente a él. La serpiente rugió de nuevo y se torció hasta parecer una media luna. Su cola se cubrió de lo que parecía ser agua y giró para atacar a Piedmon y Loki.
-Encárgate, Piedmon. Detenla, no la mates.
-Aguafiestas. –gruñó el payaso y sacó un pañuelo blanco de su manga. La serpiente continuó su ataque y justo cuando estaba por golpear a los dos extraños sujetos, el payaso sonrió y gritó-. ¡Pañuelo Mágico! –arrojó el pañuelo a Gyarados, y la tela multiplicó su tamaño hasta cubrir al Pokémon Atroz.
-¡¿Qué?! –Cyrus abrió los ojos como platos al ver a su poderoso Pokémon marino desaparecer bajo el pedazo de tela. Piedmon sonrió de nuevo, levantó la tela que ya había recuperado su tamaño normal y extrajo de ella una pequeña figurita que parecía ser la reproducción a escala de Gyarados. Como un juguete.
Lo arrojó a Cyrus.
-Bien, Cyrus… antes de que decidas enviar a tus demás mascotas y verlas convertirse en llaveros, permíteme decirte porqué estamos aquí.
-Más te vale que no me hagas perder el tiempo, Loki. Habla ya, no soy un hombre que aprecie el desperdicio de palabras. –su mano fue instintivamente a su cinturón, donde ya preparaba la Pokébola de su veloz Weavile.
-Valdrá la pena, Cyrus. Ahora, escucha… sabemos qué fue lo que te ocurrió, y tu plan de crear un universo en cierta forma tuvo resultados. Pero, ¿quieres un universo vacío? ¿O quieres un universo perfecto en el cual las emociones no existan?
-Continúa. –añadió, intrigado.
-Mi compañero y yo venimos con una proposición para ti.
-¿Qué clase de proposición?
-Necesitamos de tus recursos, Cyrus. Este universo debe ser sometido, y el poder de las bestias que en él habitan. En particular del trío de dragones que pueden manipular el tiempo, el espacio y la antimateria. Aquellos a quienes invocaste en el Spear Pillar.
-Palkia, Dialga y Giratina…
-Exacto. Necesitamos que vengas con nosotros… te daremos todo lo que necesites para controlar a los dragones de la región Sinnoh… -Cyrus lanzó una carcajada.
-¿En serio? ¿Qué podrían darme que pudiese controlar a los dragones? –Piedmon lanzó una risita y sacó de la manga de su traje lo que parecía ser una espiral metálica de color negro, más o menos del ancho de un brazo.
-Esto, Cyrus, es una Espiral Oscura. Están diseñadas para controlar a cualquier criatura… simplemente digamos que es un regalo de mi universo.
-¿Y yo qué ganaré si logro poner de su lado a los dragones?
-Más de lo que imaginas, Cyrus. Si te nos unes… obtendrás tu verdadero objetivo. Serás un dios en un nuevo universo lleno de súbditos, no un agujero perdido como esta dimensión bolsillo en la que estás. ¿Qué me dices? –Loki le extendió la mano, y por primera vez en mucho tiempo, Cyrus sonrió alegremente mientras le estrechaba la mano.
-Bien… ahora, ¿cómo saldré de aquí?
-Simple. Así. –Loki tronó los dedos y acto seguido fueron envueltos por una luz cegadora. Cyrus cerró los ojos para protegerse del brillante destello y se protegió el rostro con las manos.
Un segundo después, sintió el calor del sol contra su piel, y el viento soplando. Al abrir los ojos de nuevo, se sintió algo complacido de estar de nuevo en la tierra; a las orillas de un pequeño lago de aguas brillantes. Para su sorpresa, su Gyarados había vuelto a la normalidad y ahora lo veía confundido.
-Simplemente increíble… es... –Cyrus se tocó el rostro para asegurarse de que no estaba soñando, y al mirar el área a su alrededor, se percató que estaba en el lago Valor, al sur de Veilstone City.
-Tranquilo, Cyrus. Ahora, procede con el plan y repórtanos mediante esto. –Loki le arrojó una pequeña piedra negra que a simple vista parecía ser una Dusk Stone, aunque era increíblemente helada al tacto.
-¿Qué es esto? –Loki a su vez le mostró una piedra idéntica que acababa de sacar de su bolsillo.
-Esto es un comunicador. Es nuestra forma de mantenernos en contacto a través de las barreras dimensionales y… -la piedra en sus manos comenzó a brillar y de ella emergieron voces como si fuese un walkie talkie.
-“Loki, Piedmon… no van a creer lo que Bakura, Makuramon y yo encontramos en la tierra 1250…”
-Dinos qué es, Masters. No tengo paciencia para esto.
-“Oh, ¿recuerdan lo que Nimbatul dijo respecto a un tal ‘Hogyoku’?”
-Sí, recuerdo. ¿Lo encontraron?
-“Sí. Lo encontramos… pero, hay un inconveniente. Necesitamos apoyo… traigan a su grupo.” –Loki tronó los labios en señal de desagrado.
-Bien. Piedmon y yo iremos… pero nuestro grupo se quedará aquí apoyando a nuestro nuevo elemento. Pensé que Skulker, Fright Knight y Technus serían suficientes como apoyo en esa misión… ¿y qué los monstruos de Makuramon y Bakura no ayudaron?
-“Vengan y aquí les explico. Deben ver esto.”
-De acuerdo. Cambio y fuera- Y luego miró a Cyrus-. De acuerdo… Cyrus, encárgate de tu misión y repórtanos cada que creas conveniente. Si no recibimos reportes tuyos, entonces no nos quedará más que ensuciarnos las manos contigo, o más bien, nuestros subordinados lo harán.
-Salgan, ahora. –ante el comando de Piedmon aparecieron seis extrañas criaturas que Cyrus jamás había visto. Algunas parecían Pokémon, pero otras simplemente parecían salidas de una pesadilla; e incluso el enorme Gyarados se veía pequeño ante un colosal dragón negro que apareció tras Piedmon.
-¿Qué son…?
-Quiero presentarte a mi fuerza de ataque personal, Cyrus. Al igual que yo, habían desaparecido gracias a varios entrometidos… pero regresamos gracias a nuestra benefactora y comandante. Quiero presentarte a los Spiral Corps: Skullmeramon, Devidramon, SkullSatamon, Phantomon, DarkTyrannomon y LadyDevimon. Ellos estarán aquí para asegurarse que ejecutes nuestros planes a la perfección. ¿Verdad?
-Claro que sí… -SkullSatamon, un ser de apariencia esqueletal y demoniaca a la vez, soltó una carcajada estridente que resonó en los oídos de Cyrus como el taladro de un dentista.
-Bien, solo espero que tu comité de monstruos no se entrometa demasiado en la reorganización del Team Galactic. –gruñó Cyrus, visiblemente fastidiado a la vez que regresaba a Gyarados a su Pokébola. Devidramon y DarkTyrannomon miraron a sus alrededores, algo confundidos respecto a la desaparición de la enorme serpiente.
-Bien, hora de irnos. Solo recuerda algo, Cyrus… falla, y serás destruido. Sírvenos bien, y obtendrás el poder que siempre has querido. –Loki no dijo nada más y desapareció en un halo de luz junto con Piedmon, dejando a Cyrus ante el tétrico grupo de monstruos digitales.
-¿Y bien? –susurró LadyDevimon, una mujer altísima de apariencia demoniaca y piel de un azul extremadamente pálido.
-Hora de ir a Hearthome City… reformemos el Team Galactic antes de avanzar al Spear Pillar. –una sonrisa cruel apareció en el rostro de Cyrus mientras su mirada se enfocaba en el enorme monte Coronet, el centro geográfico de la región Sinnoh.