El Nuevo Inicio

Tema: El Nuevo Inicio Sáb Sep 11, 2010 5:25 pm

Bueno, empeze con esto a finales del año pasado, en verdad es una idea que tengo en mente hace años... pero, soy vaga lo debo admitir, jajajaja...me cuesta un poco seguir las cosas sola, por eso apreciaria de corazón las criticas y las ideas que se les pueda ocurir, sugerencias, todo, jajaja.

Se q mi narrativas no son las mejores, ni me ortografia ni hablar, pero me gusta crear personajes, humanos, en todo sentido posible.... más halla de heroismo, los poderes...

Espero sea de vuestro agrado...

El Nuevo Inicio

Mi querido hogar

Aquellos sin duda era los días mas solitarios de su vida. Se encontraba sentado en el rincón más oscuro del vagón para fumadores. Aquel lugar estaba invadido por el humo, lo que lo hacia un espacio no muy acogedor, pero a fin de cuentas nada que un adicto no pudiera soportar.
Quienes frecuentaban aquel lugar solían mirar extraño al joven, el cual estaba siempre instalado en aquel rincón, como si fuese parte del mobiliario. Solía pasarle que alguien, habitualmente personas ya mayores, se le acercaran a hablarle, más que por interés por preocupación.

Decidido a fumar un rato más, abrió su caja de cigarrillos para encontrarse con la sorpresa que no le quedaba ni uno. Resignado se puso de pie para acercarse a la empleada encargada de ese lugar.

-Una caja de cigarros por favor-En el tren tenían la mala manía de cobrar todo el doble de su precio real. De mala gana tiro los rublos sobre el mostrador, para ver el rostro sorprendido de la empleada.
-Perdona pero no puedo venderte otra caja-El joven pudo expresar la indignación que sentía, para molesto ponerle frente a sus ojos su cedula.
-Soy mayor de edad.
-El medico del tren me dijo que…-Molesto se retiro, discutir no tendría caso.

Algo molesto se pació por los pasillos del transiberiano. Ya harto y sin saber que más hacer, tomo camino hacia el vagón en donde se encontraba su acomodo. Agradecía al menos poder tener un cubículo para el solo, con una silla de cuero, la cual se reclinaba para convertirse en cama, a fin de cuentas, estaría ahí en su viaje de ocho noches.

Ya sin más que hacer tomo asiento. ¡Como hubiera deseado tener un cigarrillo en la mano!. Parecía ser lo único que lo tranquilizaba en aquellos tormentosos tiempos, fumar uno, dos, tres, veinte, veinticinco, treinta y cuatro cigarros al día.
Su madre estaba muriendo de cáncer de pulmón. Lo de la enfermedad no era algo nuevo, incluso luchaban contra ella desde hace un año, pero ya todo estaba en su etapa final. Irónicamente el cigarrillo se había transformado en el único consuelo para el pelirojo.

Pese a el dolor que aquello le causaba, reconocía que el no era un joven normal. Ya desde temprana edad había llevado consigo aquella pesada carga, aunque su mayo anhelo seria algún día lograr entender por que le pasaba a el.
Aburrido decidió sacar de su bolsillo su encendedor. Sin cambiar su expresión de nada, jugo un rato con aquel aparato, el cual en los últimos tiempos se había convertido en el más leal de sus compañeros. Mientras se divertía con el aparato pirotécnico cruzaba su dedo, luego su mano por la llama, prendiéndose esta como si de el objeto más inflamable se tratase.
No había dolor y ciertamente, mirar el plasma escurrirse en su cuerpo era otras de esas cosas que le subía el animo. Cuando se aburrió de ver su mano incinerándose la refregó contra el viento, para terminar así con las llamas. La piel se mantenía intacta como si nada hubiera pasado.
Algo apenado observo la ventana. Llevaba días con el mismo paisaje. La tundra parecía no tener final. De a momentos, el joven sentía como si fuera un enorme manto blanco, el cual se desparramaba hasta el infinito.
Su vida cambiaria. Con un profundo disgusto tendría que dejar atrás a su amada ciudad con todos sus recuerdos y afectos, para en contra de su voluntad tener que emigrar a la capital. Melancólico cerro sus ojos rojos para pensar por ultima vez en su querida Vladivostok.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Sáb Sep 11, 2010 6:57 pm

Se ve interesante el fic. Corto, pero ya da ciertos indicios de la trama y el lugar de desarrollo de la historia, además me gustó que fuera situada en Rusia. Falta algún acento, como en tomó, él, observó, entre otras palabras.

Espero la continuación.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Sáb Sep 11, 2010 7:19 pm

Una historia con una introducción clásica, mi estimada Juri. Un traslado a un destino todavía incierto en el siempre presente tren en las estepas rusas. Tu protagonista me parece un rebelde y siento que parece haberse resignado a la enfermedad que porta y a la pérdida inevitable de su madre. No imaginé que incluirías un detalle que desafía el realismo naturalista de este relato. Me intriga la habilidad del chico para resistir el fuego y manipularlo; así como qué es lo que pretende hacer con su vida.

Quién sabe qué nos depare el siguiente capítulo. Muy buena introducción y las faltas ortográficas no son nada que no puedas corregir.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Lun Sep 13, 2010 3:12 pm

De Moscú con amor

Se despertó exaltado al sentir el vibrador de su celular. Aquella violenta canción pareció penetrar el silencio de la noche, para inundar el cubículo en donde el joven pasaba su ultima luna de viaje. Tras despabilarse un poco atendió.

-¿hola?-Aunque intento ocultarlo su voz lo delato, no era necesario ser un genio para imaginar que el joven dormía. El pelirrojo prefirió escuchar a hablar, mientras que el locutor se expresaba él resignado asentía-Esta bien papá, adiós.

Ese era el primer contacto directo que había tenido con el desde que se decidió su traslado. Y pese a su inminente llegada aquel hombre le llamaba a decirle que estaba partiendo a Odessa por unos negocios. Hipócritamente, Nicolai Ivanovich le había invitado a acompañarle en su viaje a Ucrania, como si para el joven esto fuese una opción interesante. Ahora, la llegada a su nuevo hogar estaba en las manos de su irresponsable hermano.

Fastidiado se recostó en su asiento. Casi instintivamente busco algo en su mochila. Sus ojos se deleitaron con lo que encontró; Un ultimo cigarro perdido en su bolso. Rápidamente encendido su dedo para acercarlo a el motivo de su adicción. Una pequeña alarma empezó a sonar, mientras que una extraña lluvia comenzó a caer sobre el joven. Jamás se le ocurrió que los malditos hallan puesto un detector de humo.

Tras un rezongo de la tripulación y una charla que soporto de mala gana con el doctor se le permito volver a su asiento. En cinco horas la travesía del transiberiano culminaría. Al joven le animaba la idea de poder comprar cigarros al precio real en la estación, aunque en aquel momento de desesperación estaba dispuesto hasta a pagar cinco veces más por un misero cigarro.

Su rostro expresaba una ira acumulada. Hace cuarenta y cinco minutos que estaba sentado en aquel banquito. Compulsivamente fumaba un cigarro tras otro, no solo para evitar el aburrimiento, sino para no sentir el frío. Con sus furiosos ojos miraba su equipaje. Se decía que Moscú era la ciudad más peligrosa de Europa. Y el no estaba dispuesto a que le roben nada.

Quince minutos después llego un mensaje a su celular. Indignado el chico leyó la indicación de su hermano, dándole la dirección de la casa y diciéndole que estaba ocupado.

Frustrado tomo un taxi, el cual lo llevaría a su nuevo hogar. El tipo parecía de buen animo, hablándole sin parar. Contándole su experiencia vivida en el oriente del país, diciéndole todo lo que había visto y vivido. Ivanovich odiaba eso. Quienes vivían al lado izquierdo del limite de los Urales tenían la mala manía de tratar a los orientales de estupidos.

El automóvil se detuvo frente a una acogedora casa de dos pisos. La casa era blanca con tejado naranja. El pequeño jardín delantero se veía muy cuidado. Recordó a su moribunda madre, la cual sin duda hubiera llenado de flores aquel lugar.
Miro el buzón, en donde colgaba un juego de llaves, tal cual su hermano le había indicado. Desanimado abrió la puerta para observar el lugar. Estaba impecable, en su mente esperaba un caos total. Sus ojos no se perdían un solo detalle, siquiera mientras subía la escalera. Un extraño ruido llamo la atención. De una de las habitaciones se podía sentir los gemidos de una mujer, la cual gritaba de forma orgásmica. Seguramente ella había sido la escusa de Mijaíl para no recogerlo.
Continuo su recorrido para encontrar una puerta en la cual había un cartel con su nombre.

-Dimitri-Leyó de mala gana el chico, ¿Cómo habían sido capaces de colocar semejante cartel?

Abrió la puerta para tirarse cansado en la cama. No tenia ánimos ni de revisar el lugar. Cerro sus ojos para intentar relajarse. Pero el ruido de su hermano fornicando en la habitación vecina le robaba toda su concentración.

Knives, muchas gracias x leer la historia, jajaja. Si, siempre me como los acentos, espero superarlo con el tiempo, jajaja. Rusia es un pais hermoso, me encanta Razz

Escritor, la verdad es q a mi me sorprende meterme con cosas sobre naturales, de echo, me cuesta llevarlo y mucho, lo que no es realista, no es lo mio, pero de ves en ves hay que sacrificarse un poco, jajaja. Gracias por leer Razz

Tema: Re: El Nuevo Inicio Lun Sep 13, 2010 3:41 pm

Bien, leí el capítulo y me gustó. El pobre chico anda viajando durante días, y su hermano ni siquiera puede dejar un rato para ir a buscarlo a la selva de cemento, con policías corruptos y otras malas hierbas que es Moscú.

Algo corto, así que me gustaría leer un capítulo un poco más extenso lol

También me interesa aprender sobre Rusia, de hecho por casualidad conocí alguna gente de ahí en mis viajes, y además en mis fics que tengo de Digimon o crossovers con eso tengo un personaje ruso xD

No noté errores ortográficos ni gramaticales.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Lun Sep 13, 2010 4:15 pm

Hola, Juri. Esta hora es perfecta para una lectura de intriga y realidad como lo es tu segundo capítulo, bien detallado aunque relativamente corto, no por eso deja de gustarme el realismo de la situación. Vaya hermano que por no perderse un rato de olor a dulces y sexo dejó a su hermano solo a su llegada a la capital más emblemática del oriente europeo, no sólo por su belleza arquitectónica, sino precisamente por la corrupción que impera en ella y el racismo.

Definitivamente es un reto escribir sobre lo que no tenemos experiencia ni nos identificamos. Y lo hiciste bien en tu primer intento. Espero la continuación.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Mar Sep 14, 2010 10:49 pm

Knives, muchas gracias x tomarte la molestia de volver a leer... lamentablemente, mis caps son cortos, intento luchar contra ello, jajaja...

Escritor, siempre un placer y un alago leer tus comentarios, muchas gracias x pasar...

Un nuevo lugar

Pese a la escasa hora que llevaba ahí, el joven ya se movía con toda confianza en su nuevo hogar. Estaba sentado en uno de los sillones del living, tomando un té y mirando por la ventana. Hace unos minutos los ruidos habían cesado así que no le fue sorpresa cuando sintió sus pasos bajando la escalera.
La mujer se quedo sorprendida mirándolo, como si el fuese poco menos un extraterrestre, ¿Qué se creía?. Se dio media vuelta para volver a la habitación y así dejar de lucir su sensual lencería erótica.

-¿Cómo estuvo el viaje campeón?-Comento Mijaíl como si nada hubiera pasado. El pelirrojo levanto el pulgar en seña de aprobación mientras proseguía tomando su té.

La exuberante mujer volvió a bajar, ya vestida, aunque usaba un traje muy provocativo. Su hermano se puso de pie para abrir su billetera y darle unos cuantos rublos, la joven se retiro como si nada.

-Espero que Mimi no te halla molestado, estaba haciendo su trabajo-El recién llegado no pudo evitar esbozar una sonrisa irónica. Ese era su momento de atacarle.
-Entiendo-Le da un golpecito en la espalda-Si no pagas no consigues nada.

Con su paso firme y ojos molestos se retiro a su habitación, dejando atónito a su hermano mayor. Tenia muchas cosas por hacer, aunque aun no tenia claro el orden por el cual iniciaría. Al enfrentarse con la puerta no lo dudo. Rápidamente arranco aquel cartelito para prenderlo fuego en sus manos. Una vez el cartel se limito a ser cenizas, las tomo en sus manos para tirarlas en un basurero. La pregunta de su hermano no tardo en llegar.

-¿No sientes olor a quemado?
-Para nada-Contesto tranquilo el chico. Apenas había convivido sus primeros dos años de vida junto a Mijaíl, por lo cual el desconocía su problema, el cual le había costado tantas visitas a psiquiatras.

Se dispuso a poner en orden sus pertenencias, abriendo así aquellas maletas para iniciar el orden de su rincón. Miro preocupado aquel lugar, el cual estaba decorado de forma muy neutral. No en demasiado tendría que re decorarlo.

Mientras limpiaba, su hermano irrumpió, sentándose en su cama como si nada. Dimitri se sentía irritado, era su hermano y lo respetaba, pero no tenia la más pálida idea de cómo relacionarse con él. Sin mencionar lo molesto que se sentía por lo recién ocurrido.

-Esta noche saldremos-Dijo muy seguro. El pelirrojo no pudo evitar mirarlo incrédulo. Hace ocho noches que viajaba para llegar a ese lugar, cuando estaba a unas horas su padre se daba a la fuga hacia Ucrania y el no era capaz de ir a buscarlo ya que prefirió encamarse con una prostituta, ¿Acaso era un chiste?
-Ni loco-Comenzó a fumar un cigarro, cortésmente le ofreció uno a su hermano, el cual acepto.
-Vamos si. Ya hice una reserva en el bar en donde trabaja Mimi-Sonriente se retiro del cuarto, dejando al joven sin poder creer lo ocurrido.

Cuando creía que ese día no podía ser peor, Mijaíl tenia que caerle con eso. Resignado caminaba tras de el en un extraño bulevard, el cual se encontraba lleno de restoranes, bailes, boliches y lugares nocturnos de todo tipo.
Sin duda alguna, aquella ciudad era mucho más cosmopolita que su vieja Vladivostok. Antes de partir, el joven se propuso a pasarla bien e intentar dejar de lado el mal genio que lo había invadido en las ultimas horas.

Su hermano lo arrastro a una larga fila para entrar a una casa pintada con llamativos colores. Entusiasmado este le contaba los nombres de las chicas y a quien debía visitar y a quien no.
Con un esfuerzo casi inhumano intento cumplir la promesa que se hizo.
Una vez adentro, el joven observo como una cantidad de mujeres agasajaban a los re cien llegados. Había una alfombra peluda color rosa y en el fondo parecía haber un show en donde una sensual mujer cantaba.
La escusa del recién llegado fue el baño, gracias a esto logro escapar del burdel.

Preocupado miraba el cielo mientras caminaba por aquella alegre calle. Se sentía como un sapo de otro poso, no estaba acostumbrado a visitar esos lugares y menos compartir algo tan intimo con su hermano.

Impresionado el joven detuvo su caminata para clavar sus ojos rojos en un local, en el cual parecía tocar una banda. Un sonido fuerte y cruel escapaba del lugar, en la puerta se podía ver un grupo de gente, la mayoría seguramente borrachos o drogados. De forma instintiva el chico pago una entrada para aventurarse dentro de aquel lugar.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Miér Sep 15, 2010 12:10 am

Aunque corto, me deja un agradable sabor de boca. Una vez más la tensión entre hermanos ahora por la aparición de una manzana de la discordia. Si fuera diferente -¡oh rayos, lo es!- toleraría e incluso competiría por aquella chica, pero no. Una vez más se cruzan el realismo y la fantasía con el detalle de la piroquinesis. Estoy pensando que tal vez el chico sea un mutante o una especie de psíquico, incluso un experimento escapado de algún laboratorio, pero eso ya es demasiado delirante. Me intriga saber qué se topará en aquél sitio de mala muerte y qué sucederá tras poner un pie. Sigo la continuación. Muy bie

n trabajo.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Miér Sep 15, 2010 2:47 pm

Ok, realmente los hermanos ni se parecen en sus actitudes, uno no tiene problemas en meterse en burdeles y andar con prostitutas, mientras que al otro le molestan esas cosas.

A ver qué le pasa a Dimitri en el antro musical lleno de ebrios y drogadictos.

Espero el siguiente capítulo.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Jue Sep 16, 2010 11:31 pm

muchas gracias x leer chicos, de verdad que lo aprecio!

La desconocida

Un denso humo invadía el lugar. Extrañamente no solo provenía de cigarros, sino que de una maquina que parecía expulsarlo. Irónicamente el pelirrojo tosió profundamente al inhalar aquella extraña sustancia. Pero paresia ser el único al cual le importara, cómodamente prendió su cigarro para clavar los ojos en el escenario.

Cuatro jóvenes se encontraban instalados en este. Pese a que parecían de su edad, parecían tener un dominio total de lo que hacían, era su presencia indiscutida la que robaba la atención del publico. Los dos guitarristas llevaban su instrumento la máximo de la distorsión, uno de ellos, era el encargado de darle voz al asunto, aunque lo que hacia estaba muy lejos de cantar, en lugar de eso, soltaba un extraño sonido de su garganta, algo que podía parecer tanto una voz demoníaca como un grito. El bajista era un joven de pequeño tamaño, sin duda era llamativo los movimientos que se permitía hacer comparando su tamaño con el peso de su instrumento. A tras del trío se encontraba el baterista, golpeando a la percusión con toda su fuerza, pareciendo que en cualquier momento rompería el piso y manteniendo constante ese sonido cuadrado.
Aquellos que observaban parecían disfrutar a su manera. En el medio del local se había juntado un grupo importante de hombres en su mayoría, los cuales gritaban, saltaban y se empujaban frenéticamente.

Con cierta timidez prefirió quedarse en el rincón, disfrutando de su cigarrillo y observando cautelosamente aquel desconocido ambiente, el cual le era extremadamente llamativo y tentador.
Tras varios temas y un par de tragos, tomo el suficiente coraje para introducirse en el pogo.

Ya sin pensar se permitió perderse en el tumulto, chocando violentamente con quien se le atravesase y permitiéndose dejar a aquel sonido entrar a su cuerpo, para que sea este quien lo manipule.
Pero este éxtasis no duro demasiado, entra los saltos y los gritos, sin intención alguna el joven impacto contra una joven. Se veía débil, en el piso rodeada de hombres los cuales parecían no notar el golpe que acababa de darse. Una extraña sensación de culpa recorrió su medula, estaba totalmente estupefacto mirando a la chica, la cual poseía una delgadez que asustaba. Unos segundos después su cerebro le permitió reaccionar. Algo avergonzado le dio la mano para ayudarla a levantarse y abrirse paso para salir de aquella multitud.

-Perdón, no quería tirarte-Pero ella parecía no responder. Sus ojos se veían nublados y la pintura negra en ellos tampoco ayudaba. Solo se mordió su labio inferior, dejando al descubierto lo desprolijamente que su labial estaba aplicado. Dimitri pudo notar el mal estado de la joven, dejarla tirada así seguramente le daría algo de cargo de conciencia.
-¿Estas sola? ¿Te sientes mal?
-No fue tu culpa-Su mirada parecía no cambiar-Es solo que me cuesta trabajo mantener el equilibrio.

Aquella respuesta daba por sentado a sus dudas, esa mujer no estaba bien. Con decisión la joven se acerco a la barra, para entregar dinero y recibir a cambio una botella de vodka. Tenia la mini falda mal puesta, toda arrugada hacia arriba, por lo cual se podía ver parte de su ropa interior. Unas medias de red rotas cubrían sus piernas. Los hombres le gritaban cosas e incluso algunos la tocaban, pero ella parecía no dar importancia alguna.
Resignado Dimitri se acerco, para mirarla tomar la bebida de la botella, como si esta no le afectase en lo más mínimo.

-¿Cómo te llamas?-Consulto sin esperar una respuesta.

La joven de hermosos ojos verdes parecía no darse por aludida ante la pregunta, como si nada continuo bebiendo el alcohol de la botella. El chico no podía dejar de mirar asombrado.
Una vez se detuvo se acerco en paso lento, para abalanzarse sobre el y besarle los labios. En primera instancia, el pelirrojo intento separarla, pero le fue imposible. Era la primera vez que se aventuraba en los labios de una desconocida, quizás darse la oportunidad no fuera malo. La esquelética chica se detuvo, para tomarlo de la mano y llevárselo al rincón más oscuro del lugar.

-¿Estas segura de esto?

Y volvió a taparle la boca con sus labios, realmente no parecía interesada en hablar. La abrazo para tocarle el cuerpo, ella hacia lo mismo. Atrevidamente, ella escabullo sus manos por debajo de su ropa para arañar su espalda y morderle el cuello. La oscuridad era total, el pelirrojo era incapaz de ver a su desconocida compañera, pero no pudo evitar caer en las garras del placer. Extasiada, la chica bajo el cierre del pantalón de su amante, el dudo por unos segundos, para luego tomar coraje para bajarle la ropa interior y penetrarla.
La música ya no sonaba, ahora solo sus gemidos y gritos orgásmicos los rodeaban.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Vie Sep 17, 2010 1:02 am

Juri, no esperaba una continuación así. Nada mal, nada mal. Y es una escena que cualquiera de nosotros identifica por ser vulgarmente común en el interior de los antros y bares. Sin duda la intención de Dimitri fue noble y su preocupación desinteresada, pero la carne es débil y sin embargo pudo más en esta ocasión. Primera vez que leo algo simplemente sexual pues no es erótico ni romántico en tus trabajos y me gustó porque está bien escrito, tal cual, concreto. Espero que salga bien librado de esta.

Y siempre es un placer.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Vie Sep 17, 2010 1:09 am

Ok, esto sí que tampoco lo veía venir xD Parece que el antro es capaz de corromper hasta a la persona menos interesada en los bajos placeres, como en el caso que la ayuda de Dimitri a la chica botada en el suelo terminó en una acción digna de su hermano mayor.

A ver que tal sale de esa experiencia freak, al menos para su punto de vista.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Dom Sep 19, 2010 2:15 pm

jejeje, gracias Escritor y Knives x comentar, muy agradecida por su apoyo!!

1812

La imponencia de aquella orquesta le despertó de sus sueños. Los cañones sonaban como si una guerra se hubiese desatado en un concierto de música clásica. Un coro cantaba alegremente por sobre todo ello. Aun atónito, el chico escondió su rostro en la almohada, pero algo capto su atención. Por arriba de aquella música se escuchaba la voz de su hermano y la de otro hombre.

Apresurado se vistió para bajar las escaleras. La parte más importante de la orquesta llego, siendo esta vez la música mezclada con los cañones la cual le estremeció el corazón.

-¿Qué es esto?-Pregunto asombrado el pelirrojo.
-¿Cómo pasaste hijo?-la amable sonrisa del hombre atentaba contra cualquier cosa que el impresionado muchacho pueda decir- ¿1812 no te dice nada?

Molesto se dirigió a la cocina a prepararse un té. Ese tipo se había dado hacia la fuga a Odessa, dejando de lado sus responsabilidades, como siempre había sido y ahora llegaba y le hablaba como si nada y para peor se dignaba a pensar que su hijo era un imbecil por no reconocer la obertura de 1812.

Mijail entro con su mirada seria. Dimitri prefirió no darle importancia al asunto, podía imaginarse el enojo de su hermano por la fuga del burdel. Pero esperaba le entienda, es decir, estaba recién llegado e intentaba acercarse a es con prostitutas, por favor….aunque no negaría que esta noche la paso bien.

-Reserve un par de chicas para ti-le miro con algo de rencor-Unas muy buenas chicas…

Tomo el primero sorbo de su bebida, intentando fingir no había escuchado tal comentario, aunque su rostro rojo lo declaraba. Una extraña mezcla entre rabia y vergüenza recorrió sus venas. Inconcientemente, sus manos se llenaron de un ardor implacable, el cual llego hasta la taza para hacerla hervir. En un impulso el joven soltó la misma, para dejarla caer al suelo.
Su hermano miro sorprendido lo recién sucedido. Resignado tomo un paño para ayudarle a secar el té que se encontraba desparramado en el piso de la cocina.

-Recuerda-le dijo el mayor a su pequeño hermano-Ante papa nunca muestres ignorancia si de Tchaikovsky se trata.

Quizás era un consejo tonto y no muy útil, pero a fin de cuentas, era un dato más para acercarse a su casi desconocida figura paternal.

Tras dejar la cocina impecable, Dimitri se dispuso a retornar a su habitación. Cruzo el living ignorando por completo a aquel hombre, el cual leía el diario concentrado mientras de fondo escuchaba el cascanueces.

Velozmente entro a su habitación, para sigilosamente cerrar la puerta y tirarse sobre su cama aun destendida. Tras mirar el techo unos minutos su celular soltó un leve pitido, como si tuviese un mensaje o una llamada perdida.
La pantalla de el aparato marcaba una llamada perdida de un numero desconocido, pero también indicaba que le habían dejado un correo de voz. Esto le llamo la atención y dudoso devolvió la llamada.

-¿Hola?-saludo temeroso-Ahhh….si, Hola, ¿Qué paso?-Y tras escuchar lo siguiente solo pudo guardar un largo silencio, para cortar la llamada y dejarse caer sobre la pared.

Las amargas lagrimas se escapaban de sus ojos rojos, mientras que con sus brazos escondía su rostro, quedando como una bolita indefensa en el rincón de la habitación. De sus manos se prendió el fuego, que lentamente fue consumiendo su vestimenta hasta apoderarse de la mayor parte de su cuerpo.

Su madre había fallecido durante la noche. En esa misma noche en la cual el fornico con una desconocida y bebió hasta el olvido, una noche de olvido, una noche de escape, una noche de muerte.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Dom Sep 19, 2010 7:21 pm

Ok, me da pena lo de la madre de Dimitri, puesto que él en vez de poder pasar los últimos días con ella, tuvo que estar en Moscú con su "querido" hermano y ver a su padre el cual se fugó hace tiempo para volver recién ahora.

Espero que el chico no se haya lastimado con su propio fuego.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Vie Sep 24, 2010 9:21 pm

Knives, muchas gracias x seguir tu historia, me alegro mucho sea de tu agrado Smile

Un nuevo ciclo

Esa mañana su sueño fue interrumpido con brutalidad. El sonido del despertados penetro con fuerza sus oídos. Sin más remedio el joven pelirrojo fue obligado a ponerse de pie.
Hacia meses que las pesadillas lo asechaban. Si bien, aquella fatídica noche lloro hasta la madrugada, había decidido no lamentarse más por el asunto.
Estaba seguro, que, en Vladivostok sonaban las habladurías de su egoísmo y atropello, pero el estaba seguro, aunque no orgulloso, de que su decisión de no asistir al velorio y entierro de su progenitora había sido lo correcto.
Pero muy en su interior la pena le mataba y claramente, sin darles permiso a salir por el lado físico, estas se lo cobraban desde el punto de vista onírico.

Aún soñoliento se dispuso a salir de su habitación. Se podía escuchar la música de Eugene Onegin, de Tchaicovsky. Esto le hizo entender que su padre aún se encontraba ahí, por ende, eran tempranas horas de la mañana.
Pero no fue solo oír a aquel compositor que su padre adoraba(y el detestaba) lo que le ponía de malas, sino que sentir ese olor a quemado, no al quemado que estaba acostumbrado, sino a comida quemada.

De la cocina escapaban enormes cantidades de humo. Misterioso se encontraba Mijaíl con sartén en mano.

-¿¡Que mierda se supone que haces!?- Sus ojos, mas rojos de lo normal por causa del humo, parecían listos para explotar por el enojo que sentía.
Su hermano era un tipo especial. Cargaba con veintiún años de edad, cuatro más que el, pero su actitud aparentaba ser tan diferente, tan banal y poco serio, parecía que nada le preocupara.
-El desayuno campeón-Con obviedad contesto el mayor de los Ivanovich, peinando su flequillo cobrizo, mientras en aquel aparato de cocina, los huevos, salchichas y panceta se rostisaban, al punto de casi carbonizarse.

Su padre, en el living leía el diario del día, tomando un café y tarareando la música. Pero pese a aquello, la presencia de el menor de sus hijos no paso desapercibida. Contra la voluntad del joven se dispuso a hablar.

-Hijo, hoy es tu primer día de estudiante universitario-Pero una pequeña sensación se le aferro en el corazón, era cierto, un nuevo ciclo comenzaba para el, quizás era justo cierre todo lo que en su corazón aun le pesaba, así, tal vez, las cosas podrían de ser diferentes.

Ahí se encontraba él. Con aquella temerosa sensación en el estomago, mirando fijamente aquellas interminables escaleras de mármol de la Universidad Estatal de Moscú. Aquella demencial construcción, era, sin duda alguna, el lugar más imponte y vistoso en el que había puesto un pie en su vida.

Demoraba horas buscando sus nuevos salones, lo cual no era menor, aquel lugar era demasiado grande para lo que el estaba acostumbrado.
Escuchaba atentamente cada una de las platicas que sus nuevos docentes les otorgaban, más, no corrió una sola palabra con sus compañeros, aquellos futuros economistas que se transformarían en visitantes comunes a su cotidiano.

Más aquella ley del hielo estaba predestinada a romperse, una vez en los pasillo diviso una figura femenina recostada en un banco. Había algo le era extrañamente llamativo y no era exactamente su teñida cabellera de violeta. Dudo por un instante, pero fue como si sus pies se movieran solos.
La fémina se percato de estos pasos, para mostrar su rostro sorprendido, su delgada figura se le hizo familiar, pero, fueron aquellos enormes ojos verdes los que la delataron.

-¡Hola!-Aquello sonó entre sorprendido y grato. Aquella noche había sido todo tan extraño, desde su fugaz encuentro hasta la noticia de la defunción de su madre. Pero el rostro confundido de la joven le era extraño. Pensó durante unos segundos, tampoco tenia un nombre al cual responderle.
-¿Quién eres?-agrego con timidez para bajar la mirada al suelo. Realmente se veía diferente, desde su vestuario hasta su forma de actuar. Era ella, el lo sabia, aquellos ojos la vendían.
-Soy Dimitri, el joven del Bar. Que… bueno, ya sabes, pasamos algún momento solos…

El pálido rostro de la joven cambio su calma expresión de un segundo para el otro, mayor fue la sorpresa para el adicto al cigarro, cuando este sintió la bofetada que la joven gloriosa le otorgo.

-¡¿Eres tu aquel cerdo que abuso de mi!?-En un ataque de histeria, la joven alzo su mano una vez más para darle otro golpe.
-¡¿Quién te crees que eres perra!?-Le increpo este empujando a la muchacha-Si tu eres una ligera no es mi problema, fuiste tu la que inicio.

Aquel dialogo se torno cada vez más violento, entre gritos e insultos, los jóvenes iniciaron un escándalo sin mucha coherencia en los pasillos de aquella universidad. La mayoría miraban sorprendidos, otros divertidos, pero seria la presencia de un alumno la que cambiaria el asunto.

Con solo dar unos pasos adelante, aquel joven de rubia cabellera y no gran tamaño tomo a la enloquecida joven en sus brazos. En sollozos Irina le susurraba lo sucedido, de cómo, de aquella extraña manera el destino la había cruzado con aquel pervertido de la noche en que el toco junto a su banda.
Pero para el pelirojo, el asunto era otro, poco entendía, por lo cual llego a considerar que aquella mujerzuela era una loca y fue un tonto por no haberlo notado. Aunque no negaba que lo había disfrutado y nadie seria capaz de quitarle lo bailado.
Su estricta mirada obligo a la muchedumbre a retirarse y fue así, casi que por obra de magia, aquel pasillo quedo desierto, siendo poblado por tan solo esas tres figuras.
Una fuerte ventisca soplo, las cabelleras de los jóvenes se alborotaron sobre el viento, pero esto no fue impedimento para que los dos hombres se mirasen directamente a los ojos.

-En la salida-Susurro escalofriantemente, con aquella grave y oscura voz, inimaginable pudiese salir de aquel rubio no muy alto-Te rompo la cara, hijo de puta.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Vie Sep 24, 2010 11:23 pm

Vaya, no me esperaba que Dimitri se encontrara con la chica del bar otra vez. Creo que lo pasará muy mal ahora que lo amenazaron por supuestamente abusar de ella lol

A ver que tal es su vida en la U.

Espero la continuación.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Vie Sep 24, 2010 11:57 pm

Hola, Juri. En primer lugar, lamento no haber dejado un review en tu anterior capítulo.

Este trabajo realista y mágico al mismo tiempo empieza a aderezarse con el sabor de la cotidianidad aparente de la llegada de Dimitri a la urbe de los zares, y no de la mejor manera. Cómo entre el contraste entre el ritmo de una de las obras magnas de Tchaikovski que siento que la escucho en este momento que escribo, y el caos de la vida de tu protagonista. La muerte de su madre, la disfuncionalidad de su relación con su padre y las tirantes relaciones con su hermano, radicalmente diferente, se armonizan y crean un cuadro muy convincente que da un espacio, de aquellos que tanto me gustan, a "lo fuera de lo normal" que redactas de tal forma que suena un hecho de todos los días.

Me sorprendí al leer el encuentro con la chica del bar que no recuerda qué pasó en realidad, o finge para enmascarar su facilidad. Espero que su primera bronca estudiantil la libre, aunque todo puede pasar. Sin más, sigo al pendiente de tu historia.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Lun Oct 04, 2010 8:40 pm

Perdon la demora y eso que ya lo tenia escrito... pero estoy inspirada, espero en estos dias seguirle!

Knives y Escritor, les agradesco mucho sus lecturas, toda critica y comentario sera bien resivido.

Violencia

Con desgano coloco las llaves en la cerradura, para darse paso dentro de aquello que debía llamar hogar. Un sillón del living llamo poderosamente su atención. Sin siquiera pensarlo, se acomodo sobre el para instintivamente prender uno de sus cigarrillos.

-¡¿Qué tal campeón?!-Se escucho el grito de su hermano a lo lejos, pero este solo respondió con un balbuceo.

Miro el blanco techo por unos instantes, echando todo el humo que podía por su boca, quizás así podría contener la inexplicable cantidad de rabia que sentía. Mijail no lo conocería demasiado, pero tonto no era. Con sus libros en mano se acerco al living, pero perplejo quedo al ver el rostro sangrante de su hermano y este tranquilamente fumando un cigarro como si nada pasara.

-¡¿Qué te paso?!

Más con una seña de desagrado el pelirrojo censuro cualquier reproche del mayor, aquella sangre que emanaba de su nariz en grandes cantidades paresia no molestarle en lo más mínimo.

-Solo una discusión con un mariquita.

Pese a la herida, se sentía vencedor a su manera, si bien el escándalo había sido mitigado rápidamente, su rostro no había sido el único que finalizo teñido de rojo.
Era conciente de que al otro día tendría que escuchar un sermón junto al otro imbecil, pero aquello le daba ansias, ansias de tomar su venganza ante aquel imprudente rubio.

Las horas habían pasado de acelerada manera y ahí se encontraba el, sentado en una oficina, con aquel joven al lado de el y la sub directora mirándoles indignada.

-Son adultos, tiene prohibido hacer esas escenitas en la puerta de este prestigioso centro de estudio.

El dueño de los profundos ojos negros río irónico, para ganar la mirada de desaprobó de aquella autoritaria figura.
-Déjeme decirle que recibir violadores no es algo digno de un lugar tan prestigioso.

Pero el indignamiento de la mujer no logro ser expresado, pues, había cosas que Dimitri no estaba dispuesto a escuchar.

-Tu por que te mueres de envidia-le miro con desprecio-Te mueres de calentura por metérsela a la anoréxica esa.
-¡Silencio!-exclamo la mujer
-¡Hijo de puta! ¡Te voy a arrancar las bolas para que vea lo tan hombrecito que eres!-De forma violenta, el joven de pequeña estatura se pone de pie, para violentamente tirar al suelo la silla en donde se encontraba sentado. Aquella mujer, ya con algo de temor no encontró opción, mas que llamar por el teléfono a la seguridad del local.
-¡Claro! Si tu te mueres por tocármelas, ¿No? ¡Si se te nota de lejos lo maricon!-Si aquel se creía lo suficientemente valiente para reventar la silla, pues el también, de una patada la bolo contra la pared, partiéndola a la mitad.

No fue necesario mirarse para saber lo que pensaba el uno del otro, de manera impulsiva, ambos cuerpos arremetieron, hundiéndose en una puja de fuerza juntos.
León no era un hombre alto, pero tenia un gran punto a su favor, increíblemente, aquel rubio era dueño de una fuerza física inigualable, como si se tratase de un torbellino imposible de frenar.
Los gritos de la sub directora retumbaban en el lugar, jamás imagino tal falta de respeto fuera posible en su despacho. Ver aquella imagen de sus rostros sangrantes le causaba impresión, pero los hilos de sangre que escapaban de sus bocas no parecían ser un impedimento para continuar arreglando sus asuntos. Los alumnos de los salones adyacentes corrían a la puerta, aquella mezcla de gritos e insultos era un espectáculo totalmente inimaginado para ellos.

Ya no soporto mas estar de pie, la fuerza del joven callo sobre el. Con violencia este apoyo sus manos en sus hombros, para caer al piso uno encima del otro. Lo tenia, la victoria estaba cerca y estaba dispuesto a proteger a su amiga y le importaba nada el precio que esto le costara.
De forma déspota clavo su mirada en los rojos ojos de Dimitri, más por algún motivo aquello lo petrifico. No fue en más de cinco segundos que la policía irrumpió en el lugar, pero para el joven León, esos instantes fueron una eternidad.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Lun Oct 04, 2010 9:42 pm

Debo decirte que estuvo bueno en acción y golpes. Un escenario realmente común. Vaya susto que debió pasar el otro chico cuando vio los ojos ROJOS cuando antes eran verdes de Dimitri. Sospecho que León también posee alguna habilidad pese a su tamaño, pero puedo equivocarme. Fue realmente corto y me quedé con ganas de seguir leyendo.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Lun Oct 04, 2010 10:19 pm

Fue muy corto el capítulo, aunque tuvo bastante acción lol no sé, pero juraría que los ojos de Dimitri siempre fueron rojos xD y que los de la chica flacuchenta eran verdes. (no es por meter weas na que ver, pero cambios de colores de ojos de verde, café o azul a rojo o dorado saldrán en mi fic crossover, jaja).

BTW, encontré algunos errores como esto: paresia en vez de parecía, además de algunos tildes faltantes.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Lun Oct 04, 2010 11:00 pm

los ojos de dimitri siempre fueron rojos si, jajaja. Los de la chica verdes y los de León negros jajaja

Tema: Re: El Nuevo Inicio Jue Oct 07, 2010 1:12 am

Querer

Estaba recostado en su cama. El black metal nórdico inundaba aquella oscura habitación. En sus manos sostenía los bajos fondos de Gorki.
Si bien, aquel era un lugar oscuro, su privilegiada visión siempre le había acompañado. Al igual que su gusto y amor por la literatura; No podía, los genes eran más fuertes y el lo llevaba en la sangre.

Su respiración ya estaba calma, aquellas palabras eran lo único que lograban calmarlo, sea cual sea la situación. No podía pensar, solo aquella narración robaba su atención, imaginaba de forma perfecta los conflictos de esos personajes, viviendo la miseria de la rusia zarista. Y le penetraba la mente y le robaba la conciencia. Sus negros ojos se cerraron, solos, para caer en el más profundo sueño.

Despertó sudoroso, su cuerpo temblaba, controlo su agitada respiración, para dudosos comenzar a mirar su cuarto. Estaba todo igual como hace unos minutos. Salvo aquella pequeña vibración, que lentamente fue intensificándose más y más. Por un segundo pensó que la ventana explotaría. Pero no, siempre era igual.

Se puso de pie, para guardar el libro en aquella pequeña biblioteca donde guardaba tan solo a sus favoritos. A su lado había una pila de cds, tomo la caja al correspondiente, para quitarlo del equipo y guardarlo.
El viento se colaba por la ventana, para jugar con su rubia cabellera, aunque aquello, era algo que realmente no le importaba.

Quito la tranca de su cuarto, para pasearse por el corredor de aquel pequeño apartamento, sabía bien lo que lo esperaba.

-León-Le llamo su madre, sentada en la mesa del comedor, junto a su marido. Ninguno de los progenitores se veía muy contento.
-Es complicado-Intento excusarse inútilmente el joven.
-No lo es-Irrumpió su autoritario padre-Que te sancionen por mala conducta en la universidad es realmente vergonzoso.

Bajo la cabeza sin saber que decir, no era su primer año ahí, conocía las reglas del juego. Poco podía decir para defenderse, pero en el fondo, el tenia claro que su exceso había sido lo correcto.
Y así continúo la cena, un reproche tras el otro, en silencio tragaba el alimento, no podía hablar, no podía decir nada. Defraudarlos era lo último que quería.

Ayudo a retirar la mesa y a lavar la loza junto a su padre. En un vago intento de olvidar lo sucedido, le comento de aquello que se encontraba leyendo.

-Tengo entendido que eso lo leíste miles de veces hijo-Hablo refregando un plato
-Jamás algo se lee las suficientes veces como para comprenderle.

Esbozó una sonrisa. El rubio no solo era fuerte, sino que, también lo era inteligente. Y no, no intentaba ocultarlo bajo la imagen de un tipo duro, simplemente lo era y más si se trataba de proteger a uno de los suyos.

Una vez finalizo los labores domésticos, tomo un vaso de jugo de naranja, para dirigirse al balcón del apartamento y tomar asiento en una de las sillas. El viento soplaba con violencia, pero poco le interesaba, lo disfrutaba, cada segundo más. Cerró los ojos y sintió como aquello le rozaba la piel y acariciaba con su cabellera. Llevo la bebida a sus labios, para saborear el primer trago. Recordó al chico de ojos rojos y rió espontáneamente, le pagaría lo que había hecho, aunque algo le llamaba la atención de él. Sabía que con un par de golpes más su deuda estaría saldada.
Respiro profundamente el aire, para mirar una vez más las luces de aquella monstruosa capital que jamás dormía. Cerró la puerta del balcón y entro a la habitación principal de la casa, para darles las buenas noches a sus padres y encerrarse en la suya.

Escogió un disco al azar, no le importaba que sonase, sabia que si estaba ahí era por que era bueno. Algo de heavy metal clásico inundo el lugar, mientras el chico tiraba su camiseta al diablo, quedando con su torso completamente desnudo. Un chillido de su móvil escapo, un mensaje le esperaba. Despreocupado lo abrió, para sorprenderse enormemente con lo que leyó.
Ágilmente tomo la prenda recién desechada, para cubrirse con una campera de cuero negro, tomar su casco, las llaves y salir corriendo.

-No se a que hora regreso-Exclamo apresurado
-¿Dónde te crees que vas?-Reprocho su madre molesta, pero fue inútil, el portazo ya había sonado. El ya no estaba ahí.

Manejo la moto a toda velocidad, no le importaba que pudiese pasarle. Esquivaba aquella jungla de autos, como si de una delicada danza se tratase. Conocía a la perfección la dirección y entendía claramente la urgencia de la situación.

Estacionó la moto negra frente a la casa de enorme jardín. Tomo su llavero y abrió la reja. Si, llegaba a tener tal grado de confianza con aquella familia. Al sentir el ruido, la menor de la familia se acerco.

Tatiana, la menor de la familia miro curiosa para abrir la puerta y correr a los brazos del joven.

-¡Tio León!-Exclamo alegre la joven de siete años, lo conocía desde que nació, era como un miembro de la familia más. Alegre se lanzo sobre sus brazos-¡Viniste a visitarnos!
-Linda, dime-le hablo con ternura este alzándola en brazos-¿Tus papis están en casa?
-No, se fueron hace mucho, no se a donde.
-Entiendo-Dulcemente le acaricio su cabellera rubia oscura.

Con paso apurado se introdujo en la casa, para bajar suavemente y subir las escaleras. Su primer objetivo era el obvio, el cuarto de Irina, más fue inútil, no estaba ahí. Salio al pasillo para detenerse unos segundos y ser interrumpido una vez más.

-¿Qué haces aquí?-Hablo algo sorprendido Igor, el mayor, quien seguía por año y medio a su amiga. Dudo unos segundos, para decidir abrir su celular y dejarle ver a el mismo.
-Saca tus propias conclusiones.

Reacciono rápido, para señalarle la puerta del baño al joven rubio, corrió, de forma inútil intento abrir, pero la llave se lo impedía.

-¡Ábreme, soy León!-Hablo con autoridad
-¡Irina abre la maldita puerta!-exclamo molesto el mayor.

Pero no hubo respuesta. Sus ojos negros se clavaron en la pequeña, que miraba asustada aquella escena. Con disimulo le susurro.

-No creo sea bueno que este mirando esto, ¿sabes?

Y reacciono de forma rápida, para acercarse a la pequeña de cabello rubio oscuro, la cual miraba preocupada aquello. Sabía que era lo que tenia que hacer.

-Tati, ¿quieres ver dibujos en la tv?
-Papá y mamá dicen que a esta hora no se puede ver dibujitos…
-Bueno, ven conmigo y los vemos juntos, ¿si? Yo me hago cargo.

Miro atento a que se retiraron. Se esforzó por mantenerse en silencio hasta sentir como el televisor comenzaba a sonar en gran volumen.
Con delicadeza, intento girar la pestilla, pero no logro tener éxito. Cerro los ojos para inhalar el aire de forma lenta, intentando calmar la adrenalina.

-Te lo pido por favor-Pauso unos segundos, esperando una inútil respuesta-Piensa en la pequeña Tatiana, en lo que podría afectarle un escándalo.

Pero nada paso. Miro al techo pensativo, estaba obligado en recurrir a la violencia, aunque no fuesen sus deseos. Retrocedió unos pasos, para con todas sus fuerzas abalanzarse contra la puerta. Con la fuerza que un huracán volaría un árbol, León derribo aquella puerta.

Lo que vio lo impresiono profundamente. No era la primera vez, no, pero dentro de su ingenuidad, pensó no pasaría más.
Ahí se encontraba ella, con su distintiva cabellera pintada de violeta cubriéndole el rostro. La sangre escapaba de sus heridas. Sus brazos, cortados en varios lados chorreaban el líquido bordo, a su lado, una pequeña bolsa transparente con polvo blanco se encontraba tirada, desparramada, tiñéndose del color de la sangre.

-¡Irina!-Le grito este, pero manteniendo cuidado con su tono.

Le tomo el rostro desesperado, sus ojos verdes se veían totalmente perdidos y su piel más pálida de lo habitual. Violentamente la agito, para hacerla parpadear un poco.

-Di algo, diablos, Irina
-Déjame-Susurro por lo bajo.

Y una vez más le tomo la cabeza para sacudirla con fuerza y mirarla fijo, no podía soportar verla así.

-No vuelvas a decir eso-le reprocho molesto
-Bésame la boca-le hablo, acercándose hacia el, incomodo la detuvo.
-Irina, para. No estas lucida.

Se dejo caer sobre el suelo una vez más. Resignado le dio una llamada a Igor, que expectante aguardaba en la sala. Dejo correr el agua de la bañera, para tomar a la joven en sus brazos y recostarla en ella.
El mayor no tardo en llegar.

-¿Qué diablos?-Hablo impresionado su hermano, no era otra cosa lo que esperaba, pero una cosa era verlo y otra imaginarlo.
-Llama a una ambulancia, esas heridas seria mejor que las vea un profesional.
-Si.

Volvieron a quedar solos los jóvenes. Ella lloraba desesperada, más no mostraba resistencia a la tibia agua que remojaba su cuerpo. No importaba la ropa, la sangre ni el dolor, solo cerro los ojos y por algún motivo, intento disfrutar aquel momento.

León ordeno un poco el baño, tomo la bolsa de cocaína, para vaciarla dentro del retrete y luego jalar la cisterna.

-Como te atreves a tirarla…-Se quejo con debilidad ella
-Tu cállate-le reprocho el, con cierto dejo de ternura.

Se apoyo contra la pared, mirándola fijo perderse en la bañera. La quería mucho y de verdad le preocupaba lo que pudiera pasarle. Sabía que ella sola, sin quien la vigile era capaz de cualquier cosa. Puede que la quisiese demasiado como para poder ser objetivo.

La ambulancia llego rápido, dispuestos a curar las heridas de la joven. Le pasaron algo de suero para desintoxicarla y buscaron como sanar los cortes. Lo prudente era dejarles trabajar.

Igor le indico lo siguiese, para escoltarlo hasta la cocina, saca una botella de vodka e invitarle a tomar.

-¿Dónde están sus padres?-Consulto el rubio
-No tenemos idea, se fueron ayer y nada hemos sabido-bebió un poco, aquello le avergonzaba, pero entendía que él era como un miembro de la familia más.
-¿Cómo no te diste cuenta?
-Tengo examen de geología en unos días, ella estaba bien-trago un sorbo más-Me dijo te suspendieron, pensé habías dejado la violencia.
-La violencia nunca acaba en este mundo-hablo serio
-¿Pero una golpiza frente a la subdirectora? Eres valiente León, es por ello que todos aquí te respetamos.
-No pasa por ahí y tu lo sabes-pensó un poco-Yo solo la protegí.
-¿Sabes? Es triste pero… todos queremos ayudarla
-Es difícil, ella jamás lo aceptara
-Ni lo superara
-¿Cómo puedes decir eso?
-Eres inteligente León, es difícil para todos, no le hagas vista ciega.
-¡¿Pero que rayos me dices Igor?!
-En esta casa, menos Tatiana, todos tenemos asumido que tarde o temprano nos tocara enterrarla. Serio sabia comiences a considerarlo.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Jue Oct 07, 2010 7:54 pm

Una verdadera sorpresa, ya que no recibí alerta de tu nuevo capítulo. En fin, es lo que menos importa.

La situación aquí descrita no difiere en mucho si estuviese situada en México. La drogadicción es una enfermedad universal, así como la desintegración familiar y los problemas de la juventud que a todos afectan, incluyendo a la inocente niñez. Leyendo este capítulo siento que leo, en novela, los trastornos del estado del ánimo, de la alimentación y demás situaciones. Muy realista, al grado que siento pena por Irina.

Por ahora me agrada más León que Dimitri, pero todo puede cambiar. Sus argumentos para justificar la violencia se entienden en su contexto, uno muy duro.

Bien, nos leeremos en el siguiente.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Jue Oct 07, 2010 9:40 pm

Ok, cada vez queda más clara la mala situación de Irina, además de su extrema delgadez, es adicta a las drogas y llega al punto de cortarse las venas. Me pregunto que habrá pasado en su vida para que cayera en esos hábitos perniciosos para su propia integridad física.

Igual sería interesante conocer mejor algunos detalles extra de Leon, para poder comprender mejor su actitud violenta y sus justificaciones. Al menos tiene buen gusto musical, jaja.

Espero ver cómo sigue todo.

Tema: Re: El Nuevo Inicio Lun Oct 25, 2010 11:19 pm

Escritor, te agradesco mucho tu comentario, es de los q me han dejado mas satisfecha y alegre en mi corta vida, muchas gracias!!

Knives, muchisimas gracias x seguir tan fiel la historia, de verdad q esto me cuesta y ustedes me dan muchisimo animo, gracias!!

Amad a vuestros enemigos

Su moto negra se encontraba estacionada. Ahí estaba el, apoyado contra ella, bebiendo una pequeña botellita de cerveza.
Aquellos días sin nada para hacer le habían venido bien, nada era gratis, todo sucedía por algo y había sabido sacarle provecho a aquello.

Habían sido no más de quince segundos, fue rápido y directo su mensaje, solo esperaba que aquel pelirrojo se atreviese a aparecer.
Era autocritico, su mensaje no había sido conciliador, pero apelaba a la inteligencia de Dimitri, asesinarle en las inmediaciones del Kremlin no era algo muy sensato.

Miro la construcción para sonreír, esperando. Dispuesto a dejar de lado su orgullo de guerrero por solucionarle los problemas a quien quería.
No entendía el peso con el cual ella cargaba. Tenía actitudes rebeldes, no era una oveja del rebaño y siempre lo había dado a entender, pero, ¿Había algo que lo atormentase al punto de querer morir? No y era ello lo que le impulsaba a protegerla.

Y seguía solo, el no aparecía y el sol ya casi se escondía. Bebió de la botella una vez más, para resignarse, aunque no deseaba que así fuese. Pero pase lo que pase, sabia que podía mantener su conciencia tranquila, había hecho lo correcto.

Se dispuso a colocarse su casco, más, un llamado lo detuvo.

-Que cobarde eres, sabia que temerías y te iras-Habló con cólera Dimitri.

Su mirada profunda se clavo en el, había acudido. Sonrió, no entendía por que, para así, con su paso sereno acercarse a el.

-¿Tanto deseabas verme que te ríes?-toreó el menor de los hermanos-Sabia que eras magiquita y solo querías verme.

Pudo ver como algo se aproximaba hacia el, se movió de manera rápida, para con su mano tomar la botella de cerveza que le acababa de tirar León, rápidamente le tiro el destapador. Durante unos segundos, el joven pelirrojo lo miro sin terminar de entender lo que pasaba.

-¿Esto es una cita?-agrego irónico
-La violencia es necesaria ¿sabes?-le hablo acercándose lentamente-Entiendo tu comportamiento agresivo permanentemente.
-Para, para-se quejo este-¿Tu empezaste todo y yo soy el violento? Vete a la mierda León

Uno de los cuidadores de la vieja ciudadela camino por entre los chicos, sin darles demasiada atención, pero observándoles, bebían en aquel lugar histórico, su labor le exigía estar al tanto de cualquier desastre que se pueda prever.
Aquel instante se sintió como una hora, había tensión, se podía cortar fácilmente con cualquier objeto punzante. Ambos estaban incómodos, pero le importaba nada al joven, estaba dispuesto a seguir.

-A veces los medios nos obligan a aplicarla-bebió algo de cerveza
-¿Eres León Tolstoi ahora?
-No seas inmaduro, ¿quieres?

De mala gana lo miro con sus ojos rojos, para con aquel destapador quitar la tapa de la botella y tomar el primer trago. Aun estaba fría.

-¿Eras tu el que tocaba esa noche?-habló retador
-Si
-Y dejaste abandonada a tu novia toda drogada, estupido.
-No es mi novia-intento ocultar la molestia que aquel comentario le dio-Y no puedo seguirla todo el día para ver lo que hace.

Y el silencio se instalo, al igual que la oscura noche, que cada vez inundaba más a la ciudad, obligándola a encender su iluminado.
De un instante al otro, el kremlin se ilumino, cual palacio celestial emerge de las tinieblas, más, aquello no levanto reacción alguna en los jóvenes. Pensaban, cada uno se perdía en su mundo.

-¿Y me decías?-interrumpió Dimitri, encendiendo uno de sus cigarrillos. De forma educada le extendió la caja al rubio, el cual la rechazo.
-Se que hace muchas cosas drogada y luego te dice cualquier cosa-Hablo apenado-Pero no puedo no protegerla. Seguramente tu versión sea la real, pero entiéndeme.
-No te juzgo.
-Son cosas que tengo que hacer. Perdo…
-No empieces con cosas cursis, ¿quieres?-le interrumpió, soltando el humo por la boca.
-No fumo-Le respondió dándole poca atención.

Y una vez más cayeron en el vació. Parecía que todo el ruido de la sonora urbe se perdiera por completo, cada uno en su mundo, pensando en una infinidad de cosas, quien sabe que.
Una suave ventisca les acompaño, aumentando aquella aura de misterio en el lugar. Las carcajadas escaparon automáticamente del joven de baja estatura. Molesto Ivanovich le miro.

-¿Y a ti que te pasa?

Se detuvo en seco, para clavarle sus ojos negros, cual dos puñales se clavan en el pecho de su enemigo.
Por primera vez en mucho tiempo Dimitri sintió miedo. Sentía como, poco a poco, iba perdiendo el control de si. Soltó la botella, la cual rápidamente hirvió ante el calor emanado por sus manos. Y cual fuego artificial explota en el cielo, su mano se prendió ante el radiante plasma. Miro con terror, hace años que lo dominaba, acaba de exponerse.

Pero León solo le sonreía, para cerrar sus ojos y que el viento que los acompañaba desapareciese mágicamente.
[b]

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