Otro cuento... como de hace tres años... estoy elavorando uno nuevo, pero se me mesclo con sentimientos actuales y la verdad... es q no me gusta trabajar asi, prefiero darme algo de tiempo.
Espero les agrade esto q les puedo ofrecer x ahora...
Mi querida prostituta
Había sido cerca de 3 años que el la conoció. Ella ya como una rutina, solía colocarse en aquella oscura esquina de la ciudad de Berna, en donde, esperaba que la noche arrastrase a ella afectuosos clientes. Las noches se le eran monótonas, todas iguales, hasta que un desconocido caballero a ella llego.
Con un traje de etiqueta, gemelos, guantes blancos y su perfecta cabellera recogida el llego. Esa noche ella pensó que, seria uno más en su larga lista de clientes.
La prostituta cumplió a la perfección los deseos de tal pulcro caballero. Así fue esa noche en la cual se perdieron en la lujuria, exactamente igual que la siguiente y la que el seguiría a esa…
Y así fue los siguientes tres años.
Durante el día, el era uno de los privilegiados nobles que residían en Berna, mientras que, ella durante el día, no lograba concentrar su energía en algo que no sea el vivo recuerdo de aquel cliente, el cual termino convirtiéndose en nada mas ni menos que su amante. Un hombre de posición económica muy distinto al de ella, era los miércoles a la noche que, el y su esposa visitaban distintos teatros y asistían a la opera, pero siempre, después de cumplir su rol de el marido perfecto, el iba en busca de aquella mujer, la cual le esperaba siempre en la misma esquina…
Fue una noche, nada se veía diferente en ella, el ambiente era el mismo que el de la anterior, el burdel lucia igual, los ruidos orgásmicos de las habitaciones vecinas no se oían distintas.
La luna alumbraba la habitación, ella recostada en la cama, la tela más ordinaria cubría sus piernas, el resto de su cuerpo se encontraba en su totalidad el descubierto, tan solo, por una cruz de metal que de su cuello colgaba. Tímidamente el le acarició el rostro, ella lucia hermosa.
Sus labios sonreían, ella sabia lo que era, si bien eso no le afectaba, la atormentaba el hecho de saber quien era el. El saber que ella lo amaba y podría estar junto a el. Mas ilusión ella mantenía en que, el acepte jugar una carta por ella.
Temerosa le enseño sus ahorros, con los cuales pensaba comprar pasajes en tren hacia Belgrado. Hundida en sus sueños ella le miraba perdidamente a los ojos. Molesto este miro, para abofetearle el rostro y cuestionarle si era loca o miles de cosas más. Ofendida a los insultos, la mujer contesto, que a Belgrado ella se marchaba y que si en el vagón de aquel tren tenia que llevar a algún otro amante de compañía y que, ante de marchar, le contaría a todos lo que pasaba, dispuesta a hacerlo estaba.
Sin siquiera dudarlo la empujo hacia la pared. Con un pequeño pañuelo le ato la boca. Ella miro nerviosa, mientras que con sus piernas lo pateaba. Este sin perder la calma saco un cuchillo de su chaqueta, con el cual le corto los cabellos a la joven. A causa de los bruscos movimientos de esta, más de una vez llego a cortar parte de sus mejillas. Con ese mismo cuchillos fue cortando distintas partes de su piel, desgarro sus brazos, sus muslos, le arranco las uñas y corto parte de sus pechos. El se acerco a ella y la abrazo, acerco su cuerpo demasiado al de ella, por lo cual, la prostituta logro sentir la enorme presión que se emergía entre los pantalones de su atacante. No transcurrió demasiado tiempo, para que este gozase por última vez de su cuerpo femenino violándola con eterno deseo. Al terminar pudo ver el cuerpo sangrante de la chica, el cual, se mezclaba con es semen de aquel hombre, de el cual, ella pensó en amar. Pues, el la quería, el la amaba también, pero no podía seguirla y tampoco dejarla en los brazos de un ajeno. Fue así que, desfigurando su rostro le arranco los labios y que, de un fuerte puñal, clavo su cuchillo en su vagina.
Se acerco para besarla, y chocar con los dientes de la joven, pues, carne en estos no logro encontrar.
-“En el infierno te espero, mi querida prostituta”